El cociente de inteligencia o CI es un número que describe la inteligencia de las personas en comparación con el resto de la población.
Introducción
En 1905, el psicólogo francés Alfred Binet publicó el primer test de inteligencia moderno: la escala de inteligencia de Binet-Simon. Su principal objetivo era identificar a estudiantes que necesitaban ayuda especial para cumplir con las exigencias escolares. Con la colaboración de Theodore Simon, Binet publicó revisiones de su escala de inteligencia en 1908 y 1911, apareciendo la última justo antes de su muerte prematura. En 1912, la abreviación de cociente intelectual o C.I., una traducción del alemán Intelligenz-quotient, fue acuñada por el psicólogo alemán William Stern.Un refinamiento de la escala de Binet-Simon se publicó en 1916 gracias a Lewis M. Terman, de la Universidad de Stanford, quien incorporó la proposición de Stern de que el nivel de inteligencia de un individuo puede ser medido como un cociente de inteligencia (C.I.). El test de Terman, al cual se le denomina Escala de Inteligencia de Stanford-Binet, formaba las bases de uno de los tests de inteligencia modernos usados habitualmente hoy en día. Se conocen coloquialmente como test de CI.
Se calcula con la fórmula: 100 x edadmental/edadcronologica
Desarrollo
Comenzando con lo más simple mencionaremos que, en esencia, el CI, IQ, Coeficiente y Cociente Intelectual son exactamente lo mismo: el puntaje resultante de una serie de pruebas que supuestamente determinan el rango de inteligencia de un individuo. Generalmente nos referimos a ésta como la calificación de un cuestionario cuya finalidad es registrar las capacidades cognitivas de un sujeto en comparación con la media del resto de la población.
En pocas palabras, los tests de inteligencia están pensados y especialmente diseñados para la medición de las capacidades generales para resolver problemas y entender conceptos determinados. Resolver esos problemas significa aplicar la capacidad de razonamiento, las propias capacidades con las que un individuo cuenta para la resolución de problemas, las capacidades perceptivas, las de percibir relaciones entre cosas diferentes y tanto la de almacenar como la de recuperar información.
El origen de los tests de coeficiente intelectual se remonta al año 1912, cuando el psicólogo germano William Stern lo aplicó como un flamante método para comprender diferentes cuestiones en el campo de la psicología de la personalidad y el desarrollo de la inteligencia. Con el correr de los años, el test se fue desarrollando y de a poco comenzó a aplicarse de forma cada vez más generalizada. Hoy en día, el test ha caído un tanto en descrédito, aunque todavía hay quienes creen que tiene una relación 100% fiable con la inteligencia del individuo y aunque ciertas variantes y mejora se le han hecho, haciéndolo más fiable que para entonces.
Los métodos de estimación del coeficiente intelectual de una persona son múltiples y generalmente están relacionados con razonamientos de tipo lógico y matemático, entre otros. Así es que por ejemplo, para calcular el IQ se aplican secuencias de números que debemos rellenar, figuras faltantes que debemos completar y otra serie de ejercicios lógico-deductivos que debemos realizar en un tiempo determinado. Los resultados del IQ se aprecian en forma de campana de Gauss. La media es de 100, con una desviación estándar de 10 puntos. Ampliemos un poco más sobre las puntuaciones.
Estas pruebas de inteligencia aplican una escala estandarizada con un puntaje promedio de 100 como media generalizada. En la gran mayoría de estas pruebas, una puntuación equivalente a 90 y 110 (considerando también 10 puntos más y 10 puntos menos) es considerada estándar, común o normal, es decir, un nivel de inteligencia promedio. Por otra parte, un puntaje mayor a los 130 puntos indica una inteligencia sorprendente y excepcional, mientras que un puntaje menor a los 70 puntos puede estar indicando un retraso mental. Un resultado de más de 160 indicará una inteligencia descomunal, la cual se clasifica como “genio”.
Obviamente, tal como sus pruebas predecesoras, la edad es una variante que se tiene en cuenta al momento de desarrollar las preguntas que constituyen las mismas. Así es que, por ejemplo, a los niños se les plantean problemas y cuestionamientos acordes al nivel de desarrollo cognitivo correspondiente. A continuación, veamos las clasificaciones generales del rango:
164 o más - Genio
148-164 - Inteligencia muy superior
132-148 - Inteligencia superior
113-132 - Inteligencia superior a la media
84-113 - Inteligencia normal o promedio
68-84 - Estupidez
52-68 - Límite de deficiencia
Menos de 52 - Definitiva mente floja
Conclusiones
Desde luego que desde un punto de vista contemporáneo, estos índices son bastante absurdos y en muchas ocasiones están muy alejados de la realidad. ¿Por qué si alguien no es bueno en matemáticas o lógica debe ser tachado como un deficiente mental? Es realmente complejo intentar medir algo prácticamente indefinible como lo es la inteligencia. ¿Cómo es posible medir algo que ni siquiera se sabe con claridad qué diantres es en realidad? De seguro, formular una definición de la inteligencia es algo en demasía complejo, lo suficiente como para no elaborarse tras los resultados de un test de CI.
Bibliografia
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